De vuelta a la "normalidad"

Carlo es un niño muy afortunado, pues desde antes de nacer un monton de gente y en un monton de partes del mundo ya lo querian.

Cuando ya se habian ido todas las visitas y ayuda, me empezo a caer la realidad, le tenia mucho miedo a el dia que nos quedaramos solos porque no tenia ni idea de que hacer, pero como Richard pidio tiempo libre, una vez los tres solos empezamos a figurarnos la nueva vida y rutina.

Ya han pasado 2 meses desde que nacio Carlo y ya le ha tocado bautizo, brunches, un monton de visitas y reuniones, asi es que el peimer mes y medio funcione(amos) a base de adrenalina, pero ahora que ya se paso, estamos sintiendo el cansancio de la paternidad, de las alimentadas a la madrugada y la agitada vida social del primer mes y por mas esfuerzo que hacemos para vernos hermosos, no lo podemos disimular.

Yo no me puedo quejar mucho, pues no tengo que regresar a trabajar pronto y entre Carolina, los vecinos y Richard, me ayudan muchisimo y aunque Carlo sea un bebe tranquilo, require muchisisisma atencion, ultimamente se me esta poniendo mañoso de brazo y de seguir asi, con el dolor de mi corazon le tendre que restringir el tiempo de cargado. Pedir ayuda aun me cuesta un tanto de trabajo, pero es algo en lo que estoy trabajando pues como dice el proverbio africano “It takes a village to race a child”

La vida esta agarrando forma poco a poco, aun con el cansancio, la falta de fuerza y la doble pechuga de pavo navideño, cada dia disfruto mas a este chamaquin.